A LeBron le quitaron la temporada pasada el título (San Antonio) y el MVP (Kevin Durant). Así que hizo las maletas (“estoy preparado para aceptar el reto: vuelvo a casa”) y dejó a Bosh y Wade para estrenar, a las órdenes de David Blatt, big-three junto a Kevin Lovey Kyrie Irving. El gran obstáculo para que los Cavsrepitan final (la primera en 2007: con LeBron) debería ser Chicago, equipo rearmado a partir del diagnóstico obvio de quien viene de ser al que menos le anotaron (90,2) pero también el que menos anotó (93,7). Para impulsar el ataque vuelve Derrick Rose, tras dos años de pesadilla con las lesiones, y llegan Mirotic como rookie y Gasol como veterano de eficacia probada. El primero tendrá que sudarse unos minutos que tiene garantizados un Pau cuya meta, en torres gemelas junto a Joakim Noah, es estar listo para un último gran reto físico. El talento va de serie.
Gasol eligió Chicago en un mercado que el próximo verano tendrá como una de sus principales atracciones a su hermanísimo Marc, que quedará libre después de cerrar con 15,8 millones su contrato en Memphis. Y quizá a Ricky Rubio, que no termina de entenderse con unos Timberwolves en los que estrena galones tras la marcha de Love.
Mientras, y con récord de siete españoles, Claver busca un hueco casi imposible en Portland, Ibaka sueña con su primer All Star y Calderón se muda a la Gran Manzana para estrenar la mítica camiseta de unos Knicks que, lejos de los mejores, serán uno de los centros de atención: Phil Jackson en los despachos, Derek Fisher en el banquillo y Carmelo Anthony en la pista.
El Oeste volverá a ser una jungla competitiva de pronóstico mucho más difícil que el de su vecino pobre. Blazers, Mavericks, Rockets, Grizzlies y Warriors persiguen en una carrera carnívora a Thunder y Clippers. Y todos persiguen a San Antonio Spurs. Porque el campeón es el rival a batir en la parrilla de salida, más después de alcanzar la perfección en los últimos playoffs. A pesar de los 65 años de Gregg Popovich y de los 107 que suman entre Manu Ginóbili, Tony Parker y Tim Duncan, mejor ala-pívot de la historia y metáfora, en busca de su sexto anillo en diecisiete años, del milagro en movimiento que son estos legendarios Spurs.
Una noticia inesperada y sorprendente... Siempre ofreciendo la máxima actualidad, espero que os guste! ;))